La industria no petrolera nacional cerró 2016 con una caída cercana al 20% del Producto Interno Bruto (PIB) manufacturero, según cifras que maneja la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria).
Juan Pablo Olalquiaga, su presidente, advirtió que las causas de esta “caída tan importante” devienen de “los muchísimos controles que se han transformado en limitaciones” durante los últimos años de manera sostenida “en las operaciones productivas, como la falta de materia prima, falta de rentabilidad, de acceso a las divisas, rigidez laboral, desconocimiento de la propiedad, entre otras consideraciones”.
La última encuesta de Coyuntura de Conindustria (tercer trimestre) reveló que “17% de los consultados no tenía con qué operar por carecer de inventarios”, indicó. “Sin inventarios significa que están parados; un proceso en el cual las probabilidades de volver a abrir son cada vez más remotas. Mientras tanto, 83% produce con niveles muy bajos”.
Explicó que en “forma agregada opera al 35% de su capacidad instalada. No es para nada usual ver compañías trabajar entre 8% y 15%, como lo han notificado muchas empresas, eso resulta inviable en el largo plazo, al final tienen más maquinarias que las que emplean, infraestructura que rebasa los requerimientos y simplemente no se pueden sostener y hay que desprenderse de equipos”.
De acuerdo al sondeo sectorial, la Pequeña y Mediana Industria (Pymi) es “la más golpeada no solo en términos operativos sino que los paquetes remunerativos de estas no son de las mismas característica de la gran empresa”, dijo. Presentan bajos incentivos y alta rotación, en consecuencia la pérdida de conocimiento es más rápida; por otro lado, el bolsillo de ese segmento industrial “es más pequeño y su capacidad para sostenerse es más limitado”.
Además, apuntó Olalquiaga, “la descapitalización –producto de la pérdida del poder adquisitivo del bolívar– la afecta más fuertemente”. En solo un mes, por ejemplo, se arranca con un valor del bolívar y al cierre de ese corto plazo, con otro valor; esta situación permite “reponer apenas un tercio de los inventarios. Si estás corto de caja y te pasa en dos meses seguidos, solo puedes reponer una sexta parte, y si te pasa tres meses seguidos, quebraste”.
Recesión profunda
El presidente de Conindustria cree que son “muy malas” las expectativas para 2017 «¿Qué ha cambiado para que se pueda pensar lo contrario?”, preguntó Olalquiaga.
Más bien, ahondó, “hay cosas que se han agravado, como la ampliación del cono monetario que se ha hecho de una manera tan disparatada e irresponsable, esto trae una disminución de las transacciones. Hay muchas que se realizan en efectivo y si no se hacen, hay productos que no se venden, y si no se venden no se tienen que reponer, y si no se reponen no se tienen que fabricar, y si no se fabrican no se contrata gente y así sucesivamente, hay un círculo vicioso descendente”. Leer más
Fuente El Universal