De 3,200 industrias que había para comienzos de año, unas 700 están inoperativas debido a la falta de materia prima y los altos costos de producción. Así lo señaló el presidente de la Confederación Venezolana de Industriales, Juan Pablo Olalquiaga, durante una rueda de prensa celebrada este lunes donde dio a conocer los resultados de la encuesta de coyuntura del primer trimestre de 2018.
Dicha encuesta revela que las empresas manufactureras se encuentran en una situación bastante comprometida y no observan posibilidades de mejora para los próximos doce meses.
Olalquiaga manifestó que Venezuela dejó de ser un país industrial, porque se rompieron las cadenas de producción. “Sin siderurgia, no puede haber industria metalmecánica; sin petroquímica, no puede haber producción de pinturas, colchones, lubricantes…Y las empresas básicas nacionales están paralizadas”.
Para el 97% de las industrias encuestadas por la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria) la situación del país está peor y mucho peor; mientras que situación del sector para el 88% de la muestra es peor. Situación similar se observa cuando la pregunta se enfoca en cómo está la empresa consultada; pues en ese caso, 71% de los empresarios califican su situación como peor o mucho peor.
En cuanto a las inversiones, 71% de las empresas aseguran que disminuyeron; 26% dijeron que se mantuvieron igual y solo 3% dicen que aumentaron. 52% de los consultados asegura que no realizará inversiones para el resto del año y 43% sólo se concentrarán en inversiones operativas.
Otro indicador de la grave situación del sector manufacturero nacional es la disminución de la cartera de pedidos. 88% de los consultados dijo que disminuyó. 72% afirma que sólo tienen tres meses de trabajo asegurado pero, en el caso de la pequeña industria 83% advierte que es inferior a un mes.
En cuanto a los niveles de producción, 91% de los industriales señalan que se ha reducido drásticamente en unidades físicas, mientras que 45% de las empresas asegura que su capacidad utilizada está entre 0 y 20%.
Con respecto a la posibilidad de cambios que permitan un crecimiento de la actividad económica en el país, el 91% de los entrevistados reflejó una gran incertidumbre, al punto que 77% de las empresas creen que no podrán mantenerse operativas más allá de dos años.
Otro aspecto que llama significativamente la atención, es que durante el segundo trimestre de 2018 los costos de producción de las empresas se incrementaron en 4.900%. Esto debido a los problemas para acceder a la materia prima, insumos, compras en el exterior y al crecimiento de los costos laborales.
Juan Pablo Olalquiaga manifestó que actualmente no hay condiciones para que las empresas puedan mantenerse operativas. En ese sentido, reiteró que es necesario un cambio que genere un entorno de recuperación económica, donde haya institucionalidad y se respete la propiedad privada.
GCC/05-11-18