La Confederación Venezolana de Industriales –Conindustria-, en representación de sus Cámaras y empresas afiliadas, deplora las criminales acciones que presuntos funcionarios actuando por instrucciones de Nicolás Maduro, ejecutaron en contra de una población civil desarmada en Santa Elena de Uairén, así como en las ciudades fronterizas con la República de Colombia.
El pasado sábado, 23 de febrero de 2019, cientos de habitantes de estas localidades apoyaban de manera voluntaria las acciones que tenían la loable misión de ingresar a Venezuela alimentos y medicinas donadas por muchas naciones de nuestro hemisferio y de Europa.
Estos insumos tenían como finalidad ayudar a paliar la situación de hambruna y de salud que sufren cientos de miles de compatriotas, como consecuencia de la destrucción causada a la infraestructura de producción por un gobierno cuyo mandato culminó el 10 de enero pasado, y cuya gestión ha estado caracterizada por la aplicación de perversas políticas públicas, producto del ignominioso modelo denominado “Socialismo del Siglo 21”.
El asesinato de civiles desarmados e indefensos, a manos de presuntos policías y efectivos de las FAN, y los denominados colectivos funcionando como ejército pretoriano, quienes actuaron bajo las órdenes dadas de forma pública y bochornosa, por quien hoy no detenta cargo de funcionario público legítimo alguno, es una demostración de crueldad y barbarie que pudo ser observada por los ojos de los venezolanos y del mundo entero.
La destrucción de tan necesarios insumos no sólo es un delito de lesa Humanidad, también es una muestra del salvajismo con el cual opera el régimen que intenta perpetuarse en Venezuela. Los actos del pasado 23 de febrero de 2019, deben ser juzgados por la justicia nacional e internacional.
Nuestro país ha sido llevado a “Estado Fallido” por individuos hoy sancionados en diversos países de la comunidad internacional, como consecuencia de haber utilizado las estructuras del Estado para beneficio personal en menoscabo de los ciudadanos. Ese “Estado fallido” hoy necesita de la firmeza de los países del denominado Grupo de Lima, de la Comunidad Europea y de organismos internacionales como la OEA y las Naciones Unidas, para poner fin a la pretensión de mantener secuestrada a Venezuela.
Apelamos a la Comunidad Internacional, cuya ayuda es crítica para recuperar el hilo constitucional y la democracia perdida, y así revertir el proceso de destrucción que los venezolanos estamos viviendo.